En el largo día de mi vida
La Madre Tierra me recibirá
Con brazos abiertos en su seno
Libraré al mundo de mi maldad
Despojaré a la humanidad de mi arte
Ya no se oirán mis gritos desafinados
Tampoco mis enojos descontrolados
Mis lágrimas no regarán el suelo
Y mi sangre ya no será alimento
De tábanos y mosquitos hambrientos
La Tierra me ha dado todo
Así que todo a ella debo devolver
He acumulado energía y materia
Que mías nunca han sido
He abusado de la bondad
He menospreciado el amor
Me he envanecido en el orgullo
Me he regocijado en el dolor ajeno
La Madre Tierra enseña a diario
Que hay que amar a malos y buenos
Ella brinda agua y alimento a todos
A nadie priva de su benevolencia
Pero un mal aprendiz he sido
Pues me obstino en negar
Lo que de gracia yo he recibido
Cuando el sol se ponga
En el largo día de mi existencia
La Madre Tierra dirá que me extraña
Y me dará el abrazo final
Para fundirme con el barro
Para disolverme en el mar
Para esparcirme en el aire
Para formar parte de una nueva vida
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