Si tan solo pudiera guardar en una caja
los recuerdos más hermosos de mi vida,
pondría en ella a San Antonio,
con sus gaviotas, pelícanos, barcos y olas.
Guardaría la playa, el bosque de pinos,
el estero y las conchas de mar.
También aquellas tardes de juegos con amigos inolvidables,
las lágrimas y las risas.
Guardaría así mismo los temporales,
los días calurosos, el otoño y la primavera.
Pero lo más importante: la cantera, las olas que rompen con poder,
la pesca y aquellas tardes perfectas con mi padre, mi madre y mi hermano.
Si pudiera guardar mis recuerdos en una caja,
guardaría a San Antonio, y con él, a mi familia;
pues son los días más hermosos de mi vida.
lunes, 24 de noviembre de 2003
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