martes, 29 de junio de 2010

Una mañana normal...

Deben ser las 7:45 am pues mi celular suena
indicando que es la hora de alistarse.
Quiero acallar el sonido pero se apaga solo... hmmm...

No es la alarma que programé,
sino más bien un mensaje que no programé;
es una dulce sorpresa de mi amiga virtual
que me envía aliento convertido en bits
modulados en ondas electromagnéticas.

Leo el mensaje... sonrío...
Le envío un mensaje telepático como respuesta...

¡Vamos a trabajar!

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