El nombre original en hebreo de Tomás era תוֹמָאס y en arameo Tau'ma pero dado que los escritos que tenemos están en griego, se escribe Θωμᾶς (Tomás). Su nombre en arameo significa "gemelo" así que debió haber tenido algún hermano idéntico a él. Por eso en las escrituras se indica que se llama "Tomás, también llamado Dídimo" dado que Dídimo significa gemelo en griego, lo cual sería como una traducción de su nombre. Él era pescador de oficio y los evangelios no registran su llamado sin embargo debió ser compañero de Simón, Andrés, Jacobo y Juan y haber sido contactado por Jesús de la misma forma a orillas del Mar de Galilea. Parece que el hombre tendía mucho al pesimismo y trataba de mantener los pies sobre la tierra siempre, sin embargo su valentía es incomparable: Cuando Jesús se prepara para partir hacia Betania en el momento de la muerte de Lázaro, corre peligro y los discípulos le recuerdan: «Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos» (Jn 11:8). Tomás dice a los demás discípulos: «Vamos también nosotros y muramos con él» (Jn 11:16). Tampoco temía preguntar si dudaba algo: Cuando en la Última Cena Jesús anuncia su partida, es Tomás el que pregunta: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» (Jn 14:5). Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida» (Jn 14:6). Tristemente se lo recuerda solamente por el infame episodio de incredulidad cuando Jesús resucitó y los discípulos le dicen: «Hemos visto al Señor» (Jn 20:25), él dice: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo» (Jn 20:25). Pero esto solo obedece a su tendencia a ser lo más realista posible y no creer en cuentos, posiblemente su mente funcionaba de alguna manera en concordancia con el método científico.
Resulta que Santo Tomás es el santo patrono de India. Una vez que Cristo murió y luego de comprobar por sus propios ojos que Jesús había resucitado, en algún momento su corazón lleno de fé y amor por Dios lo catapultó a salir de su tierra natal, en específico hacia Oriente, para predicar el evangelio. La tradición cuenta que se unió a una caravana de mercaderes judíos y empezó una travesía que pasó por la antigua Mesopotamia (actuales Siria y Turquía), luego Irán, Pakistán, siendo su destino final la costa suroeste de India, lo que se conoce como la zona de Kerala. ¡Fue un viaje de alrededor de 6500km! que sin duda estuvo repleto de peligros y sinsabores. Los cristianos de India tienen el registro que él fundó las “7 y media” iglesias primigenias de Kerala (India): Kodungallur, Palayoor, Kottakkavu (Paravur), Kokkamangalam, Niranam, Nilackal (Chayal), Kollam, and Thiruvithamcode (la media iglesia). No está claro si Tomás llegó por vía terrestre o por vía marítima, aunque hay algunos registros que indican que él desembarcó por primera vez en Kodungallur en el año 52. Se sabe que Tomás predicó y ejerció su ministerio en India durante 20 años (desde el año 52DC hasta 72DC). Según la tradición cristiana de India, Tomás evangelizó a ciertos parientes del rey de la zona en la que ejercía su misión por lo tanto dicho rey lo mandó a matar. Un día 3 de julio del año 72DC fue llevado a un monte y asesinado mediante herida de lanza por los soldados del rey. Se sabe que el sitio de su muerte es llamado hoy Saint Thomas Mount en Meliapor, India.
Las reliquias (restos) del apóstol tuvieron muchos traslados y movimientos debido a los cristianos primitivos y también a los Caballeros Templarios. Ciertas reliquias se quedaron en el sitio de su muerte en donde se ubica actualmente la Basílica de Santo Tomás Chennai, India. Otros restos fueron reubicados a Edessa en Mesopotamia en tiempos muy antiguos, pero luego trasladados a la isla de Chíos en Grecia. Luego los restos de Chíos fueron llevados a la isla de Patmos (la calavera específicamente que está en el Monasterio de San Juan Teólogo) que pertenece a Grecia y otras reliquias más numerosas a una localidad de Italia llamada Ortona. También la tradición cuenta que la mano de Santo Tomás (¡la mano que tocó las heridas de Jesús!) se llevó en tiempos muy antiguos a la Iglesia de Santo Tomás en Mosul, Irak pero luego trasladada al Monasterio de San Mateo en el mismo país.
A Santo Tomás se le atribuyen 2 libros apócrifos muy interesantes que los leí hace mucho tiempo: El Evangelio de Tomás y el Evangelio del pseudo-Tomás escritos entre el siglo I o II DC. Algunos concilios eclesiásticos lo han considerado incluso herético y totalmente fuera de la creencia cristiana, gnósticos por naturaleza. Hay otro libro que habla de él, Los Hechos de Tomás, que narra el ejercicio de sus misiones por Oriente y que es de dónde surgen la mayoría de las tradiciones de este apóstol. Se sabe que este libro fue escrito alrededor del siglo II o III DC.
Hay algunas teorías con poco sustento que indican que Tomás pudo haber viajado aún más lejos: ¡quizás China, Indonesia e incluso América! Cuando los conquistadores españoles llegaron a Paraguay, los indígenas les dijeron que antes que ellos había venido un hombre extranjero a quién llamaban Sumé o Tomé quién les enseñó muchas verdades espirituales incluso algunas técnicas para plantar y cosechar adecuadamente. Los aborígenes tenían un altar de piedra en su honor y lo consideraban un ser similar a un Dios. Frente a estas historias, los misioneros jesuitas que viajaban con los conquistadores asumieron que fue Santo Tomás quién había visitado las tierras americanas antes que ellos.
Ufff… hay mucho más que contar sobre el apóstol Tomás, pero creo que es suficiente por ahora.