domingo, 19 de septiembre de 2010

Sin timón

Te brindo la tempestad de mi mirada,
me das el fuego aplacador de la tuya.
El temblor de mis manos
y el remolino de mi cerebro son tuyos...
llévatelos lejos,
no me ayudan,
no me guían,
solo me llevan a costas escabrosas
so riesgo de naufragar
en el océano de la confusión.

Sé de donde vengo,
pero no sé adonde voy,
la arrogancia en solo una careta.
No puedo engañarte,
no quiero hacerlo tampoco.
Ha sido la única forma de ocultar
que mi barco no tiene timón...
Desde hace un tiempo ya,
simplemente navega en la dirección del viento
que emana de tu boca...

El abrazo final

Cuando el sol se ponga En el largo día de mi vida La Madre Tierra me recibirá  Con brazos abiertos en su seno Libraré al mundo de mi maldad ...