domingo, 10 de enero de 2010

Monólogo con el espejo...

Ha pasado el tiempo y he visto como envejeces
a un ritmo mayor que el natural de nuestra especie.

Maltratada por los fantasmas del pasado,
culpas y sueños frustrados,
he observado como tu piel fue perdiendo
ese brillo hermoso que solía gustarme.
Tus ojos dejaron de ser reposo
y ventana hacia una rosada mañana de verano
que ya no existe.
Tu pelo sigue oliendo a flores
pero ya no combina con el todo
ahora tan distinto.

Solo 27 primaveras han pasado por tu vida
pero parecen más bien inviernos despiadados
sobrevividos a fuerza bruta
y esfuerzo sobrehumano.

Tu carácter se ha vuelto huraño,
si antes resultaba difícil hallarte
ahora eres invisible,
como un alma en pena
que tiene un asunto irresoluto
impidiendo su libertad.

¿Cuándo volveré a verte bien?
Me parte el alma ver a un espíritu atormentado
en un infierno elaborado por su propia mente.
¿Cuándo cesarán las lágrimas?
¿No te parece que ya se torna monótono
el peregrinar en un camino de espinos?

El abrazo final

Cuando el sol se ponga En el largo día de mi vida La Madre Tierra me recibirá  Con brazos abiertos en su seno Libraré al mundo de mi maldad ...